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Nov 05, 2023

La ciencia dice que la mostaza podría ayudar a controlar el COVID y fortalecer la salud pulmonar

Numerosos trabajos de investigación destacan cómo desde la antigüedad hasta la actualidad, la mostaza ha sido un tratamiento eficaz contra resfriados, tos e infecciones de las vías respiratorias, entre otros beneficios.

Numerosos trabajos de investigación destacan cómo desde la antigüedad hasta la actualidad, la mostaza ha sido un tratamiento eficaz contra resfriados, tos e infecciones de las vías respiratorias, entre otros beneficios.

El 21 de abril, India registró 11.692 casos de COVID, lo que elevó el número de casos activos a la friolera de 66.170. Mientras el país se ocupa de abastecerse de vitamina C, agrega jengibre y limón a sus tés y toma todas las precauciones esenciales para desarrollar un sistema inmunológico saludable, los dioses de la ciencia han descubierto que hay un ingrediente que sin duda puede ayudar: la mostaza.

Aquí, exploramos los efectos beneficiosos de agregar mostaza a su dieta, respaldados por la ciencia.

Si bien hay más de 40 variedades de mostaza, hay dos variedades principales que la India consume: la negra (rai) y la amarilla (sarson). A menudo llamada "una semilla con valor", ya que no tiene demasiadas especificaciones en cuanto a las condiciones de crecimiento requeridas, la semilla de mostaza rara vez ha sido explorada por sus beneficios para la salud. Pero resulta que hay varios.

Se dice que el aceite de mostaza es rico en ácidos grasos omega-3, incluido el ácido alfa-linolénico, que participa en la regulación de los procesos inflamatorios del cuerpo y en la reducción del estrés oxidativo. Agregar aceite de mostaza a la comida puede ayudar a calmar y disminuir cualquier tipo de inflamación, que suele ser uno de los primeros signos de respuesta a un ataque de factores estresantes externos.

En un artículo titulado 'Los glucosinolatos: una familia de glucósidos de azufre de fitoquímicos antitumorales y antimicrobianos de mostaza de posible aplicación terapéutica', se descubrió que cuando se agrega mostaza a los alimentos, puede combatir bacterias potenciales.

Curiosamente, determinadas variedades de plantas desarrollan con el paso de los años un sistema de defensa que les ayuda a volverse resistentes a pulgones y plagas. Esta propiedad antimicrobiana se debe a su componente glucosinolato, que cuando es ingerido por humanos se convierte en isotiocianato de alilo (AITC) y sulforafanina (SFN) mediante una enzima β-sulfoglucosidasa mirosinasa. Estos componentes son responsables de la actividad antimicrobiana de la mostaza.

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En un estudio realizado en 2020 se evaluó el papel de la mostaza en la lucha contra las infecciones del tracto respiratorio. Como parte del estudio, se invitó a participar a personas con infecciones del tracto respiratorio mayores de 18 años y se las dividió en un grupo de intervención y un grupo de control. Durante seis días, el grupo de intervención recibió un baño de pies con semillas de mostaza (agua a 40 grados Celsius en la que se agregaron y revolvieron 3 cucharadas de semillas de mostaza negra molidas) una vez al día, mientras que el grupo de control recibió la atención de apoyo habitual.

El estudio señala que “los pediluvios como opción de tratamiento complementario tienen un impacto positivo en la función inmune y en la salud de los pacientes debido a su efecto termográfico. También se ha descubierto que los baños de pies pueden reducir el estrés. Por lo tanto, los efectos relajantes de los pediluvios en combinación con plantas de mostaza podrían conducir a una reducción en la percepción de los síntomas de las ITR”.

Un estudio realizado en Filipinas encontró que tomar medicamentos para reducir el azúcar en sangre junto con una decocción de mostaza podría reducir los niveles de azúcar en la sangre en personas con diabetes tipo 2.

El aceite de mostaza contiene isotiocianato de alilo, cuyo potencial para aliviar el dolor de la artritis es bien conocido. De hecho, hace siglos, la aplicación de emplasto de mostaza en el pecho era común como remedio para la congestión torácica y la tos. El isotiocianato de alilo es responsable del calor generado cuando la mostaza entra en contacto con la piel, y este calor atrae sangre al área y aumenta la circulación en la región. Sin embargo, el calor generado es suficiente para provocar ampollas, por lo que el parche no debe aplicarse sobre la piel desnuda.

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El aceite de mostaza tiene un alto contenido de ácidos grasos monoinsaturados que son responsables de una gran cantidad de beneficios, como reducir el azúcar en la sangre, la presión arterial y los niveles de triglicéridos, lo que conduce a una mejor salud del corazón.

La semilla de mostaza es un depósito de magnesio y, por lo tanto, es una ayuda potencial para las personas que sufren de migrañas. Las investigaciones sugieren que el magnesio ayuda a bloquear las señales en el cerebro que causan migrañas, al mismo tiempo que bloquea las señales que causan dolor.

La mostaza contiene altos niveles de cobre, magnesio, hierro y selenio que se dice que ayudan con el asma y los efectos que provoca. Dado que el asma está relacionada con un alto estrés oxidativo, los elementos mencionados anteriormente, que son antioxidantes, ayudan a aliviar el estrés. Además de esto, entran en juego las propiedades antiinflamatorias de la mostaza que ayudan a las personas con asma.

(Editado por Pranita Bhat)

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